miércoles, 21 de julio de 2010

Un par de notas del día

A propósito de mi última entrada en la que mencioné el amorío Taylor-Burton, y sí, con temor a pecar de repetitiva, os informo (si por casualidad aún no lo sabéis) de la venidera publicación de algunas cartas de amor que Richard Burton escribió a Elizabeth Taylor durante las oscilaciones de su relación; de las que ya hay jugosa y variada información en la red.


Lo que verdaderamente me inquieta – y me gusta por otro lado – es que sé que las mejores de esas cartas no serán publicadas, como la última carta que le envió el galés antes de morir, si no guardadas secretamente bajo el colchón o quién sabe donde.

De todos modos, me pregunto qué es lo que le habrá llevado a la vieja y fascinante Taylor publicarlas.

Me ha quedado claro, después de leer algunos fragmentos de esas cartas es la admiración ciega – o quizá no tan ciega – del difunto Burton a Elizabeth, que como actriz la ensalzaba a los altares.
También queda confirmada la relación de amor-odio que Burton le profesaba a Elizabeth mientras ella le respondía con seductor desdén.

Luego, en Vanity Fair España de Agosto, por cortesía del número de junio de la edición madre, dedican un espacio entre sus páginas a éste tema en alusión al lanzamiento del libro de las cartas, que será en otoño.

Dejando aparte esa pareja de “belleza, atracción y magnetismo” y enlazando, comento también unas cosas de Vanity Fair España de éste Agosto.


Se trata seguro de un número muy bueno, con los reprints perfectamente seleccionados, con su punto de mala sombra, y con esa capacidad que tiene Vanity Fair de toda la vida de tratar lo kitsch de manera sofisticada.
Bautizado como "tinto de verano" éste número veraniego tiene en su interior material entretenido que repasa a personajes polémicos, tanto del mundo de la prensa amarillista como de la realeza.
Quizás le falta descansar un poco de política y escándalos empresariales, algo a lo que nos deberíamos desacostumbrar de vez en cuando. La política debe interesar, sí, pero en su justa medida.

Me la acabo de comprar hoy y he echado una ojeada para extraer un poco, y os la recomiendo.
Cuando me la lea de cabo a rabo la exprimiré bien.







6 comentarios:

Di dijo...

A mi la portada de Antoñita la Fantástica me ha conquistado.

M. dijo...

La portada, y el editorial es tremendote también. Esa barbie malibú feliz de la vida y justo detrás enlazando con Antonia Dell'ate en el rol de bruja amargada.

Me parece genial que de vez en cuando los de Vanity Fair España nos sorprendan con cosas así.

Saludos, y gracias por pasarte ;)

Cuquete dijo...

Adoro la moda y el glamour del cine ´lásico, así que no entiendo por qué no conocía tu blog.

Kisses

M. dijo...

¡Pues eres bienvenido cuquete!

Un saludo,

B. dijo...

Tengo una fijación hacia las relaciones amor-odio, por lo cual siempre me han llamado la atención terriblemente. Sí tuviera un psicoanalista, diría que ahí se encuentra la razón por la cual no consigo tener otro tipo vínculo con una pareja, jaja.
Me ha gustado la entrada, y debo admitir que no tenía idea acerca de las cartas, será porque es muy raro ver una Vanity Fair por aquí.
Un beso querida.

M. dijo...

El amor-odio me llama poderosamente a mí también, aunque prefiero leerlo que vivirlo.
Un beso a ti Lady B.