El proceso navideño nos obliga a hacer también un proceso de reflexión.
Es de obligada mención la noticia del adiós a una mujer que creo la corriente voguette de los años 00’ de éste siglo XXI.
No es una noticia, todos lo sabemos, pero estaría bien que dado el momento – ya la hemos digerido – hablemos de lo que esperamos de la edición francesa de Vogue.
¿Con la marcha de Carine se anuncia también el cierre de todo eso?
Yo, personalmente, espero que sí.
No digo que lo deteste, es una tendencia más, de corto plazo sí, en saturación sí.
Ha llegado momento de otra cosa. Cada cosa tiene su fecha de caducidad.
A veces es más larga, a veces es más corta. Eso implicaba riesgo.
¿Pero sabéis que creo/intuyo? Que la nueva cara del Vogue parisino dependerá del creativo que éste a la cabeza.
No de Condé Nast, no de los ejecutivos.
Ellos – que bien se comenta que tienen mucho que ver en la marcha de la directora – no tendrán la más mínima intención de aprovechar la ocasión para cambiar el agua que empieza a ser un poco turbia, sino que querrán sobretodo mantener las más altas cotas de fama con la esencia de los últimos años.
Aunque, pensándolo bien, a esos hombres de traje y corbata tampoco les repercutía en muchos beneficios VOGUE PARIS.
En pocas semanas se sabrá el nombre del sucesor de la dama francesa.
¿Apostarán por un gran nombre de fuera de la revista, o como en el buen fútbol, preferirán la vieja cantera y el aprendiz de Carine – el subdirector Olivier Lalanne – será el nuevo director de la revista?
En breve, más proceso navideño en Apología de la moda.
jueves, 23 de diciembre de 2010
miércoles, 3 de noviembre de 2010
NOTA DE NOVIEMBRE
He tenido serios problemas para recuperar mi contraseña.
Al final, he podido conectarme de la manera menos pensada. Por fin.
En primer lugar quería disculparme porque sé que ha sido de un descuido tremendo el tiempo que hace que debería de haber publicado y no lo he hecho, mejor dicho, no he podido hacerlo.
Lamentablemente no sé cuántas veces me ocurrirá durante los próximos meses, pero me comprometo lo máximo posible dentro de mi imposibilidad...
Quiero decir, a aquellos quiénes se hayan tomado la moléstia de pasarse por aquí, que dentro de mis ideas está el no hacer entradas vacías, por muy poco tiempo que tenga.
Por lo tanto prefiero publicar cuándo tenga realmente algo que decir, aunque sea una nimiedad, si me merece la pena.
Una de mis ideas era hacer una série de preguntas a diferentes bloggers de éste campo, y colgarlas de vez en cuándo.
Espero que quiénes tengo se planteen acceder a ello, porque sería muy interesante descubrir aspectos que quizá no habían revelado antes.
Además me encanta preguntar.
Dentro de mi plan también está dedicar para diciembre, un repaso del año.
Por otro lado, decir que no he encontrado nada relevante en el último mes a comentar, me refiero a en cuánto novedades, a excepción de la portada de octubre de VOGUE PARIS en su aniversario. Algunos encuentran épica la portada... ¿vosotros?
Espero que quiénes aún recuerden el blog no se alejen demasiado y tengan un poco de paciencia, porque aunque las circunstáncias no me están siendo propicias, tengo muchas ganas de retomar las entradas.
Al final, he podido conectarme de la manera menos pensada. Por fin.
En primer lugar quería disculparme porque sé que ha sido de un descuido tremendo el tiempo que hace que debería de haber publicado y no lo he hecho, mejor dicho, no he podido hacerlo.
Lamentablemente no sé cuántas veces me ocurrirá durante los próximos meses, pero me comprometo lo máximo posible dentro de mi imposibilidad...
Quiero decir, a aquellos quiénes se hayan tomado la moléstia de pasarse por aquí, que dentro de mis ideas está el no hacer entradas vacías, por muy poco tiempo que tenga.
Por lo tanto prefiero publicar cuándo tenga realmente algo que decir, aunque sea una nimiedad, si me merece la pena.
Una de mis ideas era hacer una série de preguntas a diferentes bloggers de éste campo, y colgarlas de vez en cuándo.
Espero que quiénes tengo se planteen acceder a ello, porque sería muy interesante descubrir aspectos que quizá no habían revelado antes.
Además me encanta preguntar.
Dentro de mi plan también está dedicar para diciembre, un repaso del año.
Por otro lado, decir que no he encontrado nada relevante en el último mes a comentar, me refiero a en cuánto novedades, a excepción de la portada de octubre de VOGUE PARIS en su aniversario. Algunos encuentran épica la portada... ¿vosotros?
Espero que quiénes aún recuerden el blog no se alejen demasiado y tengan un poco de paciencia, porque aunque las circunstáncias no me están siendo propicias, tengo muchas ganas de retomar las entradas.
sábado, 9 de octubre de 2010
Desfiles como un dolor de muelas.
Sí amigos, una metáfora hecha a medida.
No soy capaz de verbalizar lo que veo en los desfiles de ésta temporada de verano porque creo firmemente que el declive ha llegado también a nuestros armarios.
Cuando me fijo en un desfile quiero sacarle el jugo, y sí en muchos casos trato de sacarle el punto fuerte, lo mejor, a la colección que nos presentan.
No existe absolutamente nada en ésta ocasión que yo pueda decir para defender esa cruel exhibición de hastío creativo, de vacío, de somnolencia a prueba de bombas.
Una somnolencia general que tienen y transmiten cada uno de los desfiles de ésta temporada que se viene con muchos puntos para convertirse en lo peor del verano.
Mirad los zapatos de Christian Dior, esas sandalias tribales de mil y un abalorios, y buscad en la hemeroteca ciento y mil antecedentes similares sino idénticos de temporadas anteriores no tan lejanas. Louis Vuitton en su última temporada veraniega, por ejemplo.
Naturalmente el declive me ha mermado también a mí y atisbo a ver algo fascinador en todo ese estercolero de tejidos estampados, algo iluminador: una idea refrescante, salvaje, tropical… islas polinésicas, selvas indonésicas, y Betty Page.
¿Podría haber dado para mucho?
John Galliano con un poco de imaginación podría haber dado mucho de sí, podría haber convertido a esos esperpentos de modelos que había en su desfile y podría haber sido capaz de hacer que parecieran mujeres divertidas y cachondas, selváticas.
Y la lluvia de verano hubiera hecho el resto, la humedad, el calor, la imaginación que dejamos volar cuando un buen creativo hace bien su trabajo que es vender una idea consumista y romántica a la vez por el bien de hacer marketing y caja.
Pero a ver, vamos a ser sinceros y ante todo buenos jueces: le ponen éste vestido y éstos zapatos a un maniquí y decimos que es la ropa de playa de El Corte Inglés oriunda del 2002. Y he escogido lo mejor de lo peor.
Podría hacer el mismo repaso de varias de las firmas más importantes, y lo haré de algunas de ellas pero más adelante.
Hablar de lo malo es agotador y hace parecer a una muy chabacana.
No soy capaz de verbalizar lo que veo en los desfiles de ésta temporada de verano porque creo firmemente que el declive ha llegado también a nuestros armarios.
Cuando me fijo en un desfile quiero sacarle el jugo, y sí en muchos casos trato de sacarle el punto fuerte, lo mejor, a la colección que nos presentan.
No existe absolutamente nada en ésta ocasión que yo pueda decir para defender esa cruel exhibición de hastío creativo, de vacío, de somnolencia a prueba de bombas.
Una somnolencia general que tienen y transmiten cada uno de los desfiles de ésta temporada que se viene con muchos puntos para convertirse en lo peor del verano.
Mirad los zapatos de Christian Dior, esas sandalias tribales de mil y un abalorios, y buscad en la hemeroteca ciento y mil antecedentes similares sino idénticos de temporadas anteriores no tan lejanas. Louis Vuitton en su última temporada veraniega, por ejemplo.
Naturalmente el declive me ha mermado también a mí y atisbo a ver algo fascinador en todo ese estercolero de tejidos estampados, algo iluminador: una idea refrescante, salvaje, tropical… islas polinésicas, selvas indonésicas, y Betty Page.
¿Podría haber dado para mucho?
John Galliano con un poco de imaginación podría haber dado mucho de sí, podría haber convertido a esos esperpentos de modelos que había en su desfile y podría haber sido capaz de hacer que parecieran mujeres divertidas y cachondas, selváticas.
Y la lluvia de verano hubiera hecho el resto, la humedad, el calor, la imaginación que dejamos volar cuando un buen creativo hace bien su trabajo que es vender una idea consumista y romántica a la vez por el bien de hacer marketing y caja.
Pero a ver, vamos a ser sinceros y ante todo buenos jueces: le ponen éste vestido y éstos zapatos a un maniquí y decimos que es la ropa de playa de El Corte Inglés oriunda del 2002. Y he escogido lo mejor de lo peor.
Podría hacer el mismo repaso de varias de las firmas más importantes, y lo haré de algunas de ellas pero más adelante.
Hablar de lo malo es agotador y hace parecer a una muy chabacana.
jueves, 23 de septiembre de 2010
Retomando las riendas
Casi puedo oír el tic-tac del pasar del tiempo y sé que debería regar las tierras del blog que se secan sin prisa pero sin pausa.
Lamento no tener éste mes (ni parte del próximo) el tiempo mínimo para fraguar una entrada con suficiente calidad para inaugurar la temporada y dedicarme a desmigajar cada desfile de última hora. Pero estas son mis circunstancias por ahora.
Casi puedo prometer sin miedo, que en octubre hablaré de lo mejor y lo peor de éste mes de desfiles. Rompiendo con la costumbre general de hacerlo cuando toca y saturar al personal, he preferido tomármelo de un modo diferente a los demás y hacer con más tiempo y reflexión. Es otra opción, a lo mejor también tiene sus ventajas.
En ésta ocasión aprovecharé la entrada para decir cuatro cosas sobre la gloriosa Linda Evangelista. Y si es que hay un adjetivo que la englobe, el de gloriosa es el único.
No es de mis favoritas, al menos nunca lo ha sido. Antes hasta me resultaba innecesaria pero creo que en épocas de sequía como que se valoran mucho más las cosas, y modelos como ella creo yo que pocas.
Concretamente modelos como ella ninguna, es una mujer que no tiene mesura y se pasa o no llega. Y cuando se pasa es genial, ni falta hace decirlo.
Es exuberante, voraz, de un histrionismo que roza la excelencia. Es un histrionismo fantástico. Tiene gula de captar cada instante de atención, cada milímetro de una fotografía, de expandirse como el fuego.
Es una de las divinas de la moda, un olimpo grande pero selecto, y ella es probablemente la ególatra de ese club.
Destila hedonismo en las fotos y eso es algo que me llena mucho.
Dicho esto, a ver si pronto nos vemos. Por cierto, ¿alguien ha visto la colección de Tom Ford para mujer?
¡Hasta pronto!
Lamento no tener éste mes (ni parte del próximo) el tiempo mínimo para fraguar una entrada con suficiente calidad para inaugurar la temporada y dedicarme a desmigajar cada desfile de última hora. Pero estas son mis circunstancias por ahora.
Casi puedo prometer sin miedo, que en octubre hablaré de lo mejor y lo peor de éste mes de desfiles. Rompiendo con la costumbre general de hacerlo cuando toca y saturar al personal, he preferido tomármelo de un modo diferente a los demás y hacer con más tiempo y reflexión. Es otra opción, a lo mejor también tiene sus ventajas.
En ésta ocasión aprovecharé la entrada para decir cuatro cosas sobre la gloriosa Linda Evangelista. Y si es que hay un adjetivo que la englobe, el de gloriosa es el único.
No es de mis favoritas, al menos nunca lo ha sido. Antes hasta me resultaba innecesaria pero creo que en épocas de sequía como que se valoran mucho más las cosas, y modelos como ella creo yo que pocas.
Concretamente modelos como ella ninguna, es una mujer que no tiene mesura y se pasa o no llega. Y cuando se pasa es genial, ni falta hace decirlo.
Es exuberante, voraz, de un histrionismo que roza la excelencia. Es un histrionismo fantástico. Tiene gula de captar cada instante de atención, cada milímetro de una fotografía, de expandirse como el fuego.
Es una de las divinas de la moda, un olimpo grande pero selecto, y ella es probablemente la ególatra de ese club.
Destila hedonismo en las fotos y eso es algo que me llena mucho.
Dicho esto, a ver si pronto nos vemos. Por cierto, ¿alguien ha visto la colección de Tom Ford para mujer?
¡Hasta pronto!
martes, 24 de agosto de 2010
VOLVER.
Yo he vuelto, y hay tantas cosas que van a voler...
Va a volver pronto el final del verano, y por ende el inicio del otoño.
También volverá la ola de calor del mes de setiembre.
Y la vuelta al trabajo/clase, para fastidio de muchos, entre los que me incluyo.
Y volverán a caer las hojas, cuando el octubre toque la puerta, seguramente.
Y cuando se ha ido todo... cuando se han ido las havaneras, y las noches de playa, llega la triste estación del otoño.
"De aquí a la eternidad" es una frase que no sé si manifiesta esperanza o todo lo contrario.
Lo bueno es que en ésta ruleta gigante que es el mundo, uno sabe que siempre va a pasar - malo o bueno - algo nuevo. O eso he pensado siempre.
¿Y que más va a volver?
Pues las cosas bellas, espero. De la vida en general y de la estética misma en particular.
viernes, 6 de agosto de 2010
Feliz verano y Fin de mi primera temporada
Llegan los días de sol y playa en su máximo grado, y yo me voy con ellos. A intentar perderme, a camuflarme entre los corales.
Y por eso cierro mi primera temporada bloggera.
Y por eso cierro mi primera temporada bloggera.
Quizá riege de vez en cuando éste que se ha convertido en mi cortijo, aunque mi segunda temporada la abro oficialmente en septiembre (espero poder hacerlo a pesar de la que se me viene encima al regreso de vacaciones).
Espero que para cuando vuelva, la actividad se intensifique al cien por cien en los mentideros de blogger, todos estén metidos de lleno en nuevas y jugosas entradas, todos estén comentando, y analizando, por si se avecinase una temporadal otoñal interesante.
Pero como pasa con todo, para renacer de entre las cenizas, uno necesita al menos un buen suspiro, y cuánto más profundo sea, mejor será el retorno.
Ahora toca playa, risoterapia, placer, películas, mágia,... verano.
Esta entrada es sobre cointreau, café helado, caipirinhas... ya me contaréis que tomáis vosotros éstos días.
Hasta pronto,
domingo, 1 de agosto de 2010
Prendas clave de este otoño
Pensaba dejarlo para más adelante pero finalmente me he decidido a hacerlo ya, adelantándome a la temporada.
Han pasado unos meses, y hemos podido analizar en frío y con menos vehemencia, las colecciones que se presentaron para la próxima temporada.
Falta un mes escaso para que esas prendas se muestren en las revistas de moda y sepamos cómo han resultado las ventas y qué firmas se llevan la palma.
Es el momento perfecto para dilucidar sobre lo mejor de las colecciones.
Recordemos que esto es Apología de la moda, y siempre es mejor la alabanza (sincera, claro) que la reprobación (todo llegará).
Así que he aquí mi pequeña selección:
-Americana de Dolce & Gabbana: de corte perfecto y en negro, me parece que ésta es la prenda estrella de la temporada. Sarah Mower utilizó el adverbio “inmaculadamente” para referirse a la manera en como los italianos habían trabajado la colección.
Alguien debería colocar alguna de ésas americanas en la portada de VOGUE el próximo otoño.
-Traje chaqueta-falda de Loewe: me resulta imposible seleccionar una sola pieza de la colección de Loewe, que es enteramente una colección de alta calidad material y de diseño más que favorecedor.
Así que finalmente me he decidido por éste traje chaqueta-falda bien hecho.
-Pantalón ancho de Chloé: otra de las grandes colecciones de la temporada, maravilloso trabajo.
Toda la gama de colores son tonos neutros principalmente beige y marrón tabaco, una decisión excelente para el otoño/invierno por parte de firmas de diseño austero como Chloé o Max Mara.
Elijo sus pantalones de cintura moderadamente alta, porque me parecen los mejores de ésta temporada, un soplo setentero contundente.
-Botas, botines y bolsos de Hermès: como no podía ser de otro modo, Hermès juega bien con el invierno y el cuero, llenando el cupo de complementos que faltaba en ésta lista con la clase y el carácter que le define.
Las botas altas las hay en planas o con tacón, los botines en varios tonos y los bolsos en distintos materiales, incluso forrados en piel de borrego.
A grandes rasgos éstos me parecen las prendas esenciales de la próxima estación, con todos los imprescindibles para hacer frente al frío, viento y lluvia del otoño/invierno. Piezas prácticas, atemporales y un poco rústicas.
*A propósito, no tiene nada que ver con éste ránking, pero no he podido evitar mencionar la bizarrada del sombrero marrón oscuro con la concha blanca y roja del desfile de Carolina Herrera. Es claramente un sombrero de peregrino santiagueño. ¿No os parece un poco “metido a calzador” en el desfile?
Han pasado unos meses, y hemos podido analizar en frío y con menos vehemencia, las colecciones que se presentaron para la próxima temporada.
Falta un mes escaso para que esas prendas se muestren en las revistas de moda y sepamos cómo han resultado las ventas y qué firmas se llevan la palma.
Es el momento perfecto para dilucidar sobre lo mejor de las colecciones.
Recordemos que esto es Apología de la moda, y siempre es mejor la alabanza (sincera, claro) que la reprobación (todo llegará).
Así que he aquí mi pequeña selección:
-Americana de Dolce & Gabbana: de corte perfecto y en negro, me parece que ésta es la prenda estrella de la temporada. Sarah Mower utilizó el adverbio “inmaculadamente” para referirse a la manera en como los italianos habían trabajado la colección.
Alguien debería colocar alguna de ésas americanas en la portada de VOGUE el próximo otoño.
-Abrigos de Max Mara: es genial descubrir que una prenda tan funcional y neutra, cuándo está bien hecha, se convierte en otra de las claves de la temporada.
A mí me parece de adquisición cuasi obligada por parte de la clientela y espero que los medios especializados se hagan cargo de darle el lugar que se merece.
He seleccionado uno en color beige, y otro en blanco sucio forrado de piel de borrego, pero no puedo olvidar mencionar un par de ellos con diseño zarista preciosos.
-Traje chaqueta-falda de Loewe: me resulta imposible seleccionar una sola pieza de la colección de Loewe, que es enteramente una colección de alta calidad material y de diseño más que favorecedor.
Así que finalmente me he decidido por éste traje chaqueta-falda bien hecho.
-Pantalón ancho de Chloé: otra de las grandes colecciones de la temporada, maravilloso trabajo.
Toda la gama de colores son tonos neutros principalmente beige y marrón tabaco, una decisión excelente para el otoño/invierno por parte de firmas de diseño austero como Chloé o Max Mara.
Elijo sus pantalones de cintura moderadamente alta, porque me parecen los mejores de ésta temporada, un soplo setentero contundente.
-Botas, botines y bolsos de Hermès: como no podía ser de otro modo, Hermès juega bien con el invierno y el cuero, llenando el cupo de complementos que faltaba en ésta lista con la clase y el carácter que le define.
Las botas altas las hay en planas o con tacón, los botines en varios tonos y los bolsos en distintos materiales, incluso forrados en piel de borrego.
A grandes rasgos éstos me parecen las prendas esenciales de la próxima estación, con todos los imprescindibles para hacer frente al frío, viento y lluvia del otoño/invierno. Piezas prácticas, atemporales y un poco rústicas.
*A propósito, no tiene nada que ver con éste ránking, pero no he podido evitar mencionar la bizarrada del sombrero marrón oscuro con la concha blanca y roja del desfile de Carolina Herrera. Es claramente un sombrero de peregrino santiagueño. ¿No os parece un poco “metido a calzador” en el desfile?
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